El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 8 de enero de 2011

Pedir ayuda

Casi siempre están las mismas personas haciendo las mismas cosas, y aunque avanzan, que ya es bueno, a excepción de unos pocos, lo hacen lentamente, demasiado lentamente para el tiempo que nos queda. Aunque es normal que avancen lentamente porque el lastre que arrastran parece demasiado pesado.
Arrastran miedo “qué pensará la gente”, arrastran dudas “y si esto me sale mal”, arrastran  orgullo “si doy esto a conocer podría perder este pedestal”, arrastran falta de amor hacia ellos mismos “es que yo no sé”, arrastran pereza “cuanto trabajo”, arrastran falta de fe “mejor no tocarlo podría salir mal”, arrastran falta de confianza “a mí no me pasa lo mismo”, arrastran dolor “que vida tan dura”, arrastran apego “yo por los míos doy la vida” ………………………..
Y todo esto a pesar de que existen miles de libros, miles de artículos, miles de webs, miles de blogs, maestros, guías, gurús; todos diciendo lo mismo, todos hablando del ser celestial que es el ser humano, todos hablando del alma, todos hablando de lo que se ha de hacer para vivir la dimensión de la divinidad. Parece que hablan para sordos.
La realidad es que, viendo lo que hay, cabe pensar que casi cada persona necesitaría un guía para ella sola, ya que cada persona se encuentra en un camino y en un punto distinto de ese camino.
Pero si cada uno en el punto donde se encuentra pudiera elevarse para ver su propio camino desde lo alto, se llevaría una sorpresa, porque podría ver que hay cientos, miles de caminos paralelos al suyo agrupándose más adelante, formando cada vez menos caminos y más cómodos de transitar, hasta llegar a un único tramo que más parece una autopista, en el que los que la transitan lo hacen a una velocidad mucho mayor que los que transitan por los primeros tramos. Es como las fuentes, los arroyos, los riachuelos, los ríos, todos desembocando en uno mayor para llegar finalmente al mar.
¿Por qué tantos caminos? Por el lastre de cada persona. Y además cada persona necesita un estímulo para empezar a caminar. Y el estímulo tiene que llegar, ya que sino la persona no se mueve del sitio, y ese estímulo puede ser una depresión desconocida, una perdida, el aburrimiento, una ruptura, una lectura, una película, una canción, etc., etc.
Hay una dificultad añadida: Cada persona ha de ser consciente del lugar en el que está y de cuál es su lastre, ya que sino no se mueve. Por ejemplo, si una persona está en el camino del orgullo, no le puedes presentar el camino de la humildad porque no lo entiende, lo primero que tiene que tener claro es que su camino es curar su orgullo, tiene que reconocerlo, y eso es difícil. La dificultad para llegar a buen puerto no es que esa persona no trabaje, puede meditar cada día, el problema es que está trabajando en una dirección incorrecta, está trabajando en vacío.
Podríamos pensar que meditando sería suficiente para conseguir el crecimiento interior que se persigue, ya que al inundarnos en la meditación con otra energía de vibración más sutil, cercana a la energía divina, podría ir sanando todos los aspectos del cuerpo, tanto físico como energético. Es un error. La meditación es un abono, e incrementa todos los aspectos que existen en el ser, tanto buenos como malos. Podría ser contraproducente, podría incluso incrementarse su orgullo y pasar a ser un orgullo espiritual, lo cual sería mucho peor.
Para saber realmente lo que hay que trabajar se ha de ser consciente de lo que realmente está impidiendo el desarrollo interior. Sólo conozco una manera, hay que pedir ayuda, ya lo hemos dicho un montón de veces, ya es hora de hacerlo: Pide a las personas cercanas a ti que te hagan una lista, con tus virtudes y tus defectos. Las guardas, les das las gracias, y después en la soledad de tu meditación  ordenas tus defectos. Si eres de los que piensan que tú no necesitas hacer esto, que ya sabes de qué pie cojeas, este es tu primer defecto, cojeas de los dos pies.
Después solo tienes que elegir un defecto para empezar a trabajar. Acuérdate, has de aplicar la virtud contraria, al principio conscientemente, hasta que veas que realmente la visión de la vida empieza a cambiar. Sólo por el hecho de asumir que tienes ese defecto, has realizado casi el ochenta por ciento del trabajo. Pronto llegarás al siguiente camino. Y a partir de aquí la meditación será otra cosa.

2 comentarios:

  1. Es muy buena propuesta, hace tiempo estoy trabajando en todo eso de "limpiar" lo que nos dificulta el proceso de SER, aunque de momento mi forma a sido meditar en todo eso que veo de los demás que no me gusta, saberme que eso que tanto me molesta no es más que un reflejo de algo mío.
    Tendré muy pendiente esta propuesta, y la voy a tener muy en cuenta.
    Gracias, mil gracias por este apoyo, me ayuda mucho en mi intento de ser mejor persona cada día, es decir de recorrer el camino del ser, para llegar a sólo SER.

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  2. No podría estar más de acuerdo con esta propuesta! Yo hice un ejercicio parecido hace unos mesese y realmente me ha cambiado interiormente. Tengo una lista concreta de cosas que quiero cambiar y un método para atacar las diferentes cosas (qué por cierto, están todas súper relacionadas!!). Así que lo recomiendo a todo el mundo! de hecho creo que es algo que debe revisarse a fondo anualmente para seguir el camino.
    Muchísimas gracias por tus consejoso!!

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