El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




domingo, 8 de mayo de 2011

Meditación para sentir paz interior

Esta meditación tiene como objetivo la búsqueda de la armonía, de la serenidad y la paz interior, para liberar las tensiones, las preocupaciones y la ansiedad de la vida cotidiana.
Meditación para sentir paz interior
-          Siéntate en tu espacio de meditación.
-          Cierra los ojos.
-          Las manos apoyadas en los muslos con las palmas hacia arriba.
-          Pide ayuda: Al Dios Supremo, Padre Divino, Madre Divina, a tu Maestro Espiritual, a todos los Maestros Espirituales, a tus guías, a tu ángel de luz.
-          Ofrece los beneficios de tu meditación, a quien te apetezca, por ejemplo, envía la energía de tu meditación a los lugares donde haya guerras, allí donde se pase hambre, donde existe discriminación por razón de raza, de sexo, de creencias religiosas, ofrece los beneficios de tu meditación para que no haya ningún niño en el mundo sin una mano amiga que le guie en su crecimiento, etc.
-          Empieza a ser consciente de la respiración.
-          Respira por la nariz, y lleva la respiración abajo, al abdomen.
-          En las primeras respiraciones alarga de manera consciente la exhalación, y con cada exhalación, permite que se vaya relajando tu cuerpo, permite que vayan saliendo todas las tensiones.
-          Siente como la respiración cada vez es más lenta y el cuerpo está, cada vez,  más relajado.
-          Cuando sientas tu cuerpo relajado, comienza a sentir como con cada inhalación una corriente de energía empieza a envolver todo tu cuerpo.
-          Esa poderosa corriente de energía está trayendo a tu cuerpo armonía, serenidad y paz interior.
-          Con cada respiración date permiso para ir entrando dentro de ti, hasta lo más profundo de tu ser.
-          Quédate sintiendo, respira suave y lentamente, y siente, en la profundidad de tu ser todas las vibraciones positivas que vayan surgiendo.
-          La armonía, la serenidad y la paz están llenando completamente tu cuerpo.
-          Cuando sientas esa energía en tu interior permite que fluya y que se expanda por la habitación.
-          Imagina que por cada poro de tu cuerpo estás expandiendo la paz, la serenidad y la armonía, llenando la habitación con una luz blanca y luminosa.
-          Esa luz, esa paz, sigue avanzando hasta rodear a todas las personas que están cerca de ti.
-          Y permite que siga fluyendo esa energía hasta salir de la habitación y empiece a fluir por el edificio, por la calle, por el barrio, por la ciudad, por el país, hasta abarcar primero la Tierra y después todo el Universo.
-           Siente como ese flujo de paz te permite reconocerte como un ser divino, y reencontrarte con esa parte divina que hay en ti.
-          La energía que sale de ti esta irradiando hacia todos los seres vivos y regresa nuevamente a ti, dejándote con una sensación de paz de paz interior absoluta.
-          Te sientes completamente en paz.
-          Mantente en meditación sintiendo esa paz todo el tiempo que te apetezca.
-          Y antes de dar por concluida tu meditación, acuérdate de agradecer la ayuda que has recibido de Dios, de los Maestros, de tus guías, de los ángeles.
-          Y termina empezando a respirar más profundamente alargando la inspiración.
Es posible que con una sola meditación no notes nada, es normal. Recuerda que es necesaria la práctica, de la misma manera que es necesaria para cualquier actividad en la vida física.


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