El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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jueves, 20 de abril de 2023

Creer es crear

 


Creer es crear, pero hemos de tener en cuenta que nuestra creencia está sólidamente arraigada en la parte subconsciente de la mente.

Por eso, cuando siguiendo las directrices dadas por los expertos de “la ley de la atracción”, y repetimos, pensamos, visualizamos o reflexionamos, hasta conseguir generar la emoción de que el deseo está cumplido, parece que nada ocurre y, la cumplimentación del deseo se retrasa tanto que, no termina de llegar.

Y es normal, porque mientras durante una parte, muy pequeña de nuestro día, generamos le energía para atraer el deseo desde la mente consciente, en la mente subconsciente, durante el resto del día, ya existe una energía contraria permanente que está atrayendo justo lo contrario que deseamos de manera consciente.

Mejor lo vemos con un ejemplo sobre el dinero:

-       De manera consciente queremos que el dinero llegue a nosotros,

-       Pero, es posible, que tengamos creencias contrarias al dinero en nuestro subconsciente, creencias como:

o   Las personas que tienen mucho dinero no lo han ganado limpiamente.

o   No tengo suficiente dinero para poder ahorrar.

o   El dinero solo genera conflictos y enfrentamientos entre personas, incluso entre familiares,

o   Nunca ganaré suficiente dinero como para comprar casa, coche, yate o avión privado.

o   Solo puedo ganar dinero trabajando.

o   El dinero no da la felicidad.

o   Nunca voy a salir de pobre.

 

Podemos agregar un millón de razones más que se encuentran, profundamente arraigadas en nuestra parte inconsciente de la mente. Y pasa lo mismo, con la salud, el aspecto físico, el amor o el éxito en cualquier emprendimiento.

Para cambiar esa creencia se ha de trabajar desde la mente consciente. Por lo tanto, repetir nuestro deseo o visualizarlo un corto espacio de tiempo, cada día, es insuficiente. Se ha de visualizar y repetir, repetir, repetir, hasta el agotamiento.

Cuando se limpie la creencia inconsciente el deseo se va a hacer realidad, y no hemos de preocuparnos en qué manera se va a llevar a efecto. Hemos de tener fe: Va a pasar y punto. No es de nuestra incumbencia como será, nuestro trabajo solo es limpiar el subconsciente. Dejemos que la energía haga su trabajo.

Te dejo algunos pensamientos para repetir en diferentes temas.

Gracias porque cada segundo que pasa mi cuerpo está más joven, más sano, más fuerte.

Cada día recibo grandes cantidades de dinero de manera correcta y adecuada. Gracias.

Gracias por las infinitas bendiciones que recibo a cada instante.

Salud, riqueza, éxito, armonía, abundancia y gratitud.

Yo Soy paz, Yo Soy amor, Yo Soy alegría, Yo Soy al alma, Yo Soy uno con Dios.

El amor, el perdón, la aceptación, la compasión y la bendición son los pilares que sostienen mi vida.

 

viernes, 7 de abril de 2023

Jueves Santo

 


Jueves 6 de abril 2023

 

Hoy es Jueves Santo, festividad católico-cristiana, que conmemora la última cena que realizó Jesús con sus discípulos, según cuentan diferentes escritos y, cada Jueves Santo, la iglesia católica quiere que recordemos la experiencia del amor fraterno que Jesús quiso expresar en el gesto del lavatorio de los pies, que es expresión del amor hecho servicio.

Parece un buen día para reflexionar, y mi cerebro, desde primera hora de la mañana, lo ha sentido y ha comenzado con preguntas, un poco etéreas, ya que la respuesta a la pregunta que ha comenzado a hacer, con más insistencia, parece difícil de contestar.

La pregunta es: ¿Cuánto habré crecido a lo largo y ancho de mi vida?  Y este crecimiento no se refiere al cuerpo físico, ya que por lo que respecta al cuerpo estoy bastante crecidito. Se refiere a mi sabiduría. Ella es la que tiene que crecer.

La respuesta de cuanto he crecido no es tan clara como decir que dos más dos son cuatro. Es algo más complicado y, para tratar de acercarme a la respuesta, he partido de la idea del amor hecho servicio. Es decir, ¿hasta donde llega mi capacidad de servir?

Aunque antes de analizar la evolución de mi vida como servicio creo que sería bueno saber cual es mi punto de partida o, lo que es lo mismo, saber desde que nivel de sabiduría he comenzado la andadura de mi vida.

Tengo muy claro que todo es cuestión de creencias. Lo que yo creo es verdad para mí, así como lo que tú crees es verdad para ti. Y cada uno, tú y yo, nos vamos a mover por la vida en función de esas verdades que, por supuesto, no van a ser iguales, incluso, pueden ser opuestas, (aunque por eso no tenemos que pelearnos. Tenemos que respetarnos).

La misma sabiduría es, no solo, la aceptación de determinadas verdades, sino la actuación y el comportamiento, de manera coherente, en consonancia con dichas verdades. Es decir, pensar, hablar y actuar de manera congruente. O, lo que es lo mismo, se trata de actuar según lo que se habla y de hablar según lo que se piensa.

 Por lo tanto, pienso que, si analizo cada una de mis creencias, sobre la vida, sobre Dios, sobre la muerte, sobre el amor, sobre la Creación, entre otras, podré saber cuánto ha sido mi crecimiento.

Siempre me ha parecido que la vida y Dios son dos conceptos que parecen estar muy unidos. Lo pensaba en mi adolescencia y, lo sigo pensando ahora: “Si somos hijos de Dios y estamos en la vida, seguro que algo tiene que ver Dios con nuestra vida”. Hoy creo que son indisolubles.  

La pregunta que siempre me he hecho es si he nacido para hacer algo concreto, si tengo o, mejor, si cada uno de los seres humanos, tenemos una misión determinada que realizar en la vida. La respuesta a esta pregunta ha sido muy cambiante. Demasiado cambiante. Tanto que no me ha ido danto tiempo para ir asimilando las distintas creencias que han ido apareciendo en relación a la vida.

La primera creencia sobre la vida fue, totalmente, material, porque espiritualidad me enseñaron poca. Todo lo que hicieron mis enseñantes, sobre todo en el colegio, que era muy católico, con una gran influencia religiosa, fue aterrorizarme. Y huyendo de ese terror me volqué en la vida física. Entonces creía que, si no pensaba en una cosa, para mí no existía. Y aunque no sabía muy bien de donde procedía ese pensamiento, resulta que es coincidente con mi creencia actual sobre la vida: Yo puedo crear mi propia realidad.

Pero mejor sigo la secuencia, sin adelantar acontecimientos. Nací en una cuna católica, y eso marca mucho. Me enseñaron que Dios, es nuestro Padre que está en los cielos, que nos ama mucho, gracias a lo cual perdona nuestros pecados, si nos arrepentimos de ellos, pero que si morimos en pecado íbamos de cabeza al infierno. Teniendo en cuenta lo que contaban, entonces, del infierno, pensaba que “mucho amor no parecía tenernos nuestro Creador, cuando nos enviaba al fuego eterno, porque ¿qué padre, por mucho malo que hayas hecho, te castiga de manera tan terrible?

Para alejarme de tanto terror me olvidé del Dios que me estaban enseñando y me creé un Dios a mi conveniencia, pero eso hizo que se acabara mi religiosidad, antes de empezar, y comenzara a practicar una espiritualidad creada a la conveniencia de mis creencias.

Tengo que dejarlo aquí. Es muy tarde. Mañana sigo. 

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Diario íntimo de un babau (6) ¿Dónde queda Dios?

 

Domingo 4 de septiembre 2022

 

Es increíble como Dios mueve los hilos para que llegue a nosotros aquello que necesitamos.

Pero ese movimiento de hilos…, ¿es cosa de Dios o es que está planificado por nuestra alma para que así ocurra?

Ayer sábado me ocurrió un suceso, muy positivo, (que no voy a relatar para no aburrirte), que me ha tenido, el resto de la tarde y la noche del sábado y la mañana de hoy domingo, pensando sobre las coincidencias, sobre las sincronicidades o, sobre las causalidades.

Pero al final he desechado todos los pensamientos, para centrarme en una sola cosa: La Grandeza Divina.

   

Lunes 5 de septiembre 2022

 

Yo creo que todo, absolutamente todo, sucede dentro de un Plan, el Plan Divino. Y dicho Plan no puede ser modificado o influenciado por nosotros, porque es un Plan ideado y organizado por Dios. En realidad, aunque pudiéramos hacer alguna modificación, sería imposible, porque no tenemos el más mínimo conocimiento de que exista un Plan.

Por lo tanto, algo que es ideado y organizado por Dios solo puede ser bueno, porque Dios es Amor.

Sin embargo, en la vida se dan situaciones, tan dramáticas, que más parecen ideadas y organizadas por el mismísimo Satanás.

Entonces, ¿dónde queda Dios?

Yo tengo mi propia idea o, mejor, creencia de cómo funciona todo este tinglado.

Hablaré de “mi creencia”. Porque si no hablara de mi creencia tendría que hablar de las creencias de otros, ya que es imposible de saber, a ciencia cierta, como pueden existir el hambre, la guerra, la miseria o los asesinatos, solo por nombrar algunas de las peores situaciones con las que convivimos los seres humanos, si todo procede de Dios.

¡Uf!, no se si no me estaré metiendo en un jardín en el que no he sido invitado, pero, a fin de cuentas, esto es entre tú y yo, diario. Nadie más tiene porque saber de las luchas que mantengo con mi propio pensamiento.

A pesar de que me gustaría ser breve y conciso, me temo que no va a poder ser, porque para llegar a explicar, con la máxima claridad posible, mi creencia, para llegar a entenderla en su totalidad, tendré que extenderme un poco.

¡Ah! Y, además, me va a llevar varios días, porque no dispongo del tiempo suficiente para sentarme a escribir varias horas. Si puedo hacerlo durante dos horas seguidas ya me doy por satisfecho. 

miércoles, 6 de marzo de 2019

Creo en Dios


Cree el hombre que es un ser independiente de Dios, cuando realmente es una parte de Él.


Cree el hombre que cada uno de los seres que le acompañan en la vida también son independientes y ajenos a él, con lo cual tiene que proteger lo que él considera suyo y a los que considera suyos, cuando la realidad es que todos son lo mismo, hermanos, hijos del mismo Padre.


Cree el hombre que lo que considera pecado le aparta de Dios, cuando lo único que le aparta de Dios es su propia mente.




Cree el hombre que tiene que buscar a Dios en los templos, en las catedrales, en las mezquitas, en las iglesias, en las sinagogas, en los conventos, en los salones de culto, en las basílicas, en los santuarios, o en las capillas, cuando lo tiene bien cerca: Habita en su propio corazón.


Cree el hombre que Dios premia a los buenos y castiga a los malos, cuando la realidad es que Dios ni premia, ni castiga, porque no hay ni buenos ni malos. Dios Ama a todos por igual y su Amor es total e incondicional.


Todo lo que hay son hombres que están realizando un camino de evolución y crecimiento para acercarse a Dios, y se tienen que acercar a Dios porque les ha separado de Él la ignorancia, la mala fe y las creencias erróneas.


Todo lo que hay son hombres aprendiendo a Amar, aprendiendo a compartir, aprendiendo a respetar.

           Todo lo que hay son hombres tratando de conectar con su alma, su parte divina, y a través de la belleza de su alma, poder contemplar la belleza de los demás, ya sean blancos, negros, amarillos o mestizos, ya vistan con seda o con harapos, ya hablen como Cervantes o Shakespeare, o sean mudos como una roca, ya tengan cuentas millonarias o se peleen por un centavo, ya sean ateos o creyentes, ya sean musulmanes o cristianos, ya sean comunistas o capitalistas, ya sean de derechas o de izquierdas, ya sean honrados o ladrones.

martes, 7 de noviembre de 2017

Saber y creer




Para llevar y recoger a mi hijo del colegio tengo que pasar, (bueno, hay otros caminos, pero no son tan agradables), por un parque que hay en San Isidro, que es un distrito de Lima, que se denomina “El bosque del Olivar”, que cuenta con 1.600 olivos, algunos con 400 años de antigüedad.

Cada vez que paso por “El Olivar”, que pueden ser cuatro veces al día, sobre todo cuando voy solo, me da la sensación de que bajo algún olivo centenario me voy a encontrar con Jesús, apoyado en el retorcido tronco del árbol, hablando a sus discípulos.

Y, a veces, es tal la sensación, que trato de agudizar el oído para escuchar sus palabras. Incluso, algunos días, creo sentir Su palabra. Hoy ha sido uno de esos días.

Hoy el niño, (tiene cinco años), que no calle ni debajo de agua, tenía un día sorprendentemente callado, con lo que los dos caminábamos de la mano en silencio, enfrascados cada uno en sus propios pensamientos. Supongo que los suyos girarían en torno a “Scrat”, la ardilla de la película “La era de hielo”, porque desde el fin de semana anterior, que vio una de las películas de la saga, y desde que tiene una “Scrat” de peluche, es su tema favorito.

Mis pensamientos eran otros. Estaba dándole vueltas a mis propias miserias, pensando: “no estoy preparado”, “no tengo suficiente información” para enseñar a nadie. La verdad es que últimamente es un pensamiento recurrente.

Supongo que los Maestros, al otro lado de la vida, deben estar un poco aburridos de mis monotemáticos lamentos y decidieron darme la respuesta en forma de regalo, permitiendo que escuchara la plática con la que en ese momento el Maestro instruía a sus discípulos bajo el olivo más antiguo del parque.

Y esto fue lo que me permitieron escuchar:

“Ya lo sabéis todo”, pero más importante que saber es creer. Tenéis que creer en vosotros, porque si no creéis en vosotros mismos, no podréis ayudar a otros. Por más que estudiéis, por más que escuchéis, si no creéis en vosotros, no desarrollareis nada.

Ni siquiera es importante si os equivocaos o no. Lo importante es que creáis en vosotros. ¿Has oído Pedro?, tienes que creer en ti, porque vas a ayudar a personas mientras creas en ti mismo.

Las personas a quienes la gente cree, son las que hablan con seguridad de sí mismas. Y hablan con seguridad porque se lo creen.

Solamente podréis ayudar a la gente si creéis en lo que hacéis, si creéis en lo que decís.

No importa si más adelante cambiáis de opinión. Si cambiáis de creencia también lo comunicareis, contareis vuestra evolución de como habéis llegado a esa nueva creencia, mientras tanto confiar en lo que creéis hoy y transmitir lo que creéis hoy.

Estáis de sobra preparados para enseñar a los que se acerquen a vosotros. Los que necesiten saber otras cosas ya buscarán a los maestros en esas materias.

Como decía Marcos, (4:9): Si alguien tiene oídos para oír, que oiga.




domingo, 13 de agosto de 2017

¿Acepto o sigo sufriendo?

       

Si llego a mi destino ahora mismo, lo aceptaré con alegría,
y si no llego hasta que transcurran diez millones de años,
esperaré alegremente también.
Walt Whitman
  
Quiero hacer un pequeño apunte sobre la aceptación, o no tan pequeño, porque ahora mismo no sé cuántas entradas contendrá: ¿Qué es?, ¿para qué sirve?, y ¿cómo conseguir aceptar la propia vida?

          Pero antes permitirme una introducción de porqué la aceptación, y no la felicidad, o el amor, o como conseguir dinero.

Desde donde alcanza mi conciencia, siempre he sentido mucha curiosidad y una especial atracción, por todo lo que pudiera haber al otro lado de la vida. Creo que de bien jovencito ya me hice las preguntas del millón, ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿adónde voy?, ¿para qué estoy aquí?

            Como en la vida física todo es cuestión de creencias, siempre he creído, nunca he dudado, de que, al otro lado, antes de nacer y después de morir, hay una vida mucho más placentera que esto que nos damos en la materia.



            Esta curiosidad y esta atracción, han hecho que busque información de todo tipo, lo que cuentan psíquicos, los que describen los que han estado clínicamente muertos durante un periodo de tiempo, libros de regresiones, en fin, un poco de todo, que ha hecho que aún se afiance más en mi la creencia de que es ahora cuando estamos realmente muertos y que, nuestro verdadero nacimiento es cuando dejamos el cuerpo.

            ¡Energías iguales se atraen! Lo expresa muy bien el refrán: “Dios los cría y ellos se juntan”. Pues en esa atracción que realiza mi energía hacia energías similares, me he ido encontrando con personas, que tenían cierta facilidad para contactar con energías del otro lado de la vida, médiums, clarividentes, clariaudientes, adivinos, psíquicos, un poco de todo.

            Bien es cierto, que la mayoría de ellos no controlaban muy bien su poder y, además, no discernían muy bien con quien contactaban, y expresaban lo que les contaba cualquier charlatán, que también existen al otro lado de la vida, porque al otro lado de la vida hay de todo, como en botica.

            Para saber si realmente eran charlatanes, solo había que preguntar cuestiones de futuro. Si respondían, estaba claro, no eran muy importantes, eran “mindundis” y, rápidamente aparecía en mi mente: “Te pillé, charlatán”. En ese momento sabía que tenía que dejar de escuchar, porque el futuro de cada uno, no lo sabe nadie, ya que es la propia persona la que decide hoy cuál será su futuro de mañana, con sus pensamientos, con sus palabras y con sus acciones. Se llama libre albedrio, y nadie sabe hacia dónde va a dirigir sus pasos cada persona.

            Si, ya sé que alguien puede decir: “pues a mí me han adivinado muchas cosas”. Pero seguro que son menos que las que no te han adivinado. Hay que tener en cuenta, como decía anteriormente, que energías iguales se atraen. Cuando pronostican algo que realmente queremos, ponemos tanta energía en que se consiga, que al final se consigue. Es la ley de la atracción.

            En fin, cuando yo llegaba a ese punto, ya sabía que tenía que creer, un máximo de dos sobre diez, o darme la vuelta y marchar. Me ha pasado unas cuantas veces. 
 
            Y no escarmiento, porque me ha vuelto a pasar. Pero esta vez parece diferente. Jamás hablan de futuro, jamás pronostican, jamás dan una respuesta que pueda condicionar, solo dicen aquello que puede ayudar a la persona, pero no a conseguir dinero, o un trabajo o una pareja, sino aquello que la puede ayudar a liberarse del dolor y del sufrimiento, o aquello que la puede ayudar a entender la razón de lo que está sucediendo en su vida.

            Con esa persona estamos utilizando su “don”, para intentar ayudar a los que desean ser ayudados, porque sorprendentemente, hay muchas personas que prefieren seguir en su proceso de sufrimiento, sin realizar ningún cambio. Es su libre albedrío.

            En todas las sesiones hay un mensaje, o una receta, que se repite: Aceptación y amor.
         
         Por eso estas entradas sobra la aceptación. Los seres humanos no aceptan, en muchos aspectos sus vidas, pero tampoco hacen nada por cambiarlas. Solo quiero plantar la semilla de la duda y después, ¡a ver que pasa!   
  
Continuará……


lunes, 13 de marzo de 2017

El ser humano necesita....

         Creen los hombres que necesitan un líder que les conduzca por la senda adecuada, un gurú que les enseñe, un maestro que les indique el camino, un jefe que les controle, un modelo al que imitar, un ídolo al que admirar, una pareja para amar, un amigo con quien hablar, un profesional que les comprenda, un sacerdote que les perdone, un alguien sobre el que arrojar su dolor, un santo al que adorar, un dios en quien creer, un enemigo al que culpar, un grupo para meditar, una cuenta corriente que les de seguridad, un libro para aprender y una pastilla para dormir.



         Y, si ellos así lo creen, así es. Porque cada hombre sólo es el reflejo de su propio pensamiento y de su propia creencia. Y así seguirá siendo hasta que el hombre entienda que no necesita nada, que no necesita a nadie. Y no lo necesita porque el ser humano es un ser completo. Tiene todo lo que necesita para realizar con éxito su Plan de Vida.

         Puede, que en algún momento de su existencia necesite de alguien, de manera puntual, para que le ayude a abrir alguna puerta, pero, como seguro que ha leído u oído en multitud de ocasiones, la puerta ha de franquearla él sólo, porque todo el trabajo importante a realizar en la vida física es un trabajo en soledad, es un trabajo de introspección, de comprensión y de aceptación.

         Lo único que necesita el ser humano es tener conciencia de lo que es, y aceptarlo, y eso lo podrá escuchar de sus modelos y lo podrá leer en libros, pero no le va a servir para nada hasta que no lo integre en cada célula de su cuerpo.

         El ser humano es una parte de Dios. Dios es su origen y Dios es su destino. Y todo el equipaje que necesita el hombre para volver a Dios es el Amor.


         Así que Amen. Es suficiente.


jueves, 9 de febrero de 2017

¿Por qué no soy feliz? Creencia y carácter

La creencia y el carácter son inversamente proporcionales.
Es necesario abandonar la creencia,
e instalarse en la sabiduría del que se sabe Hijo de Dios.
En la sabiduría del que se sabe hermano del resto de hombres.

Cuando una persona está más o menos bien, con un poco de voluntad, con algo de trabajo, con mucha perseverancia y con una buena dosis de paciencia, puede practicar alguna de las muchas técnicas que se enseñan en la actualidad, (meditación, yoga, talleres, conferencias, lecturas, oración, técnicas de respiración, etc., etc.), para tratar de llegar a su interior y poder así ponerse en contacto con su corazón. Es entonces cuando se puede conectar con ese “algo” desconocido, que va a permitir a la persona sentir más paz y serenidad. Ese algo desconocido es su propia esencia. Ese algo desconocido es su alma. Ese algo desconocido es Amor. Ese algo desconocido es Dios. Y ese es el principio de la felicidad, ya que lo que importa a la persona, ya sea para ella, bueno o malo, no la ata a través del pensamiento veinticuatro horas al día. Si es agradable, lo disfruta cuando lo tiene; si es desagradable lo sufre el momento de tenerlo delante, pero no al momento siguiente, porque ha vuelto a su interior.



         Pero ¿Qué pasa cuando la persona está mal?, ¿Qué pasa cuando la persona vive las veinticuatro horas del día sumergida en su pensamiento de dolor? Es igual que la razón del dolor sea real o imaginario. Podemos considerar razones reales de sufrimiento: una enfermedad, una carencia tangible, la desaparición de un ser querido, o el engaño de su pareja, solo por nombrar los más comunes. Mientras que las razones imaginarias son las que están atadas a la consecución de los deseos o a la no materialización de creencias. Ejemplo de sufrimiento por no conseguir aquello que se desea, puede ser estar en un trabajo que no le gusta a la persona deseando otro diferente, y ejemplo de no materialización de creencias, puede ser permanecer soltero cuando se desea tener una familia compuesta por una pareja y unos hijos, ya sea por propia creencia o por presión del entorno, (en algunos países esta presión puede ser muy fuerte).

         Cuando la persona está mal, además de la voluntad, del trabajo, de la perseverancia y de la paciencia, es necesario el reconocimiento de la persona de que está mal, pero no es tarea fácil, ya que para ella es normal sentirse como se siente: “Cómo va a sentirse bien si no tiene pareja, o si tiene un trabajo que considera indigno o…”. Hasta que no reconozca que su sufrimiento puede desaparecer, por ser un producto de su pensamiento y tome la decisión de poner remedio, no tiene mucha solución, y es mejor esperar a que la persona madure en su carácter y sea consciente del daño que se está infringiendo a sí misma.

         A las personas les gustaría tener resultados inmediatos y esa es la razón del abandono del trabajo que están realizando para conseguir su bienestar, en un elevado número de practicantes. Pero tienen que saber que la felicidad, como el Amor, como todo en la vida física tiene grados. Si consideramos “cero” la carencia absoluta de felicidad, y “cien” la felicidad total, no se puede pasar de cero a cien en tres segundos como si se tratara de un vehículo deportivo. Es un trabajo constante, es un trabajo de tiempo, es un trabajo de vidas, de muchas vidas.

Con independencia de que la persona supedite su bienestar a la consecución de sus objetivos, reales o ficticios, existe otra razón: El desconocimiento de “lo que ella misma es”.

         Cree el hombre, que es un ser independiente, llegado a la vida por accidente, y sabe, eso no es una creencia, que es finito. Este conjunto de creencias sobre sí mismo, y su propia caducidad, es lo que le hace buscar un sentido a la vida, y como no lo encuentra, lo cual es normal en la sociedad actual, es cuando se refugia en sus propios deseos y en sus propias creencias. Como cree que es un ser independiente desligado de Dios, (aunque en Él creen la práctica totalidad de los seres humanos), tiene que protegerse y proteger lo suyo frente al resto de mortales. Esta es la razón de la desigualdad, del hambre y la opresión.

         Casi todos los seres humanos creen en Dios, aunque ese Dios no sea igual para todos, ya que depende del lugar del planeta en el que hayan elegido nacer, lugar en el que se van a encontrar una u otra creencia fomentada por la religión del lugar.

         El hombre se mueve por creencias. El hombre necesita creer más que saber, y una vez asentadas sus creencias, puede morir por ellas. Y ni tan siquiera se le va a pasar por la cabeza de que solo es una creencia, tan inútil como la creencia del que cree lo contrario. Como el carácter es la colección de creencias y hábitos de hombre, bien se puede afirmar que, “a mayor creencia, mas inmadurez de carácter”. Y de la misma manera que existen creencias individuales, existen creencias de grupos, e incluso de naciones: Esta es la razón de los desencuentros, de los enfrentamientos, de los nacionalismos y las guerras.
 
         Es necesario abandonar la creencia, madurar el carácter e instalarse en la sabiduría. En la sabiduría del que se sabe Hijo de Dios. En la sabiduría del que se sabe hermano del resto de hombres. En ese momento se termina la desigualdad, la opresión, los enfrentamientos, los nacionalismos, el hambre y las guerras.

         Teóricamente todos los hombres repiten como papagayos que son Hijos de Dios, pero no llegan a la comprensión de tal afirmación.

         Para ello….,

Continuará………………   

     

martes, 7 de febrero de 2017

Creer o saber


PERLAS PARA EL ALMA




            El hombre necesita creer más que saber, y una vez asentadas sus creencias, puede morir por ellas. Y ni tan siquiera se le va a pasar por la cabeza de que solo es una creencia, tan inútil como la creencia del que cree lo contrario. 

sábado, 18 de junio de 2016

Creer no es saber

PERLAS PARA EL ALMA


La persona que cree en algo, no sabe, es influenciable y acepta que otros piensen por ella, aceptando lo que otros digan como alimento de su alma.


Hay que experimentar, ya que sino sólo queda la creencia, y la creencia es imitación.


miércoles, 17 de febrero de 2016

Creer solo es un pensamiento

Para defender las diferentes creencias
se dictan leyes, se aprueban constituciones,
se abren infiernos y se cierran conciencias.
Cuando todo lo que hay que hacer es
abrir el corazón y colocarse en el lugar del otro.

Una creencia solo es un pensamiento al que consideramos como verdad.

     Desde bien pequeños comenzamos nuestra colección de creencias, y las vamos archivando en nuestro interior para tenerlas disponibles durante el resto de nuestra vida.

         Estamos coleccionando algo que nosotros “consideramos” que es verdad, pero que su verosimilitud no ha sido certificada por ningún organismo competente, y en base a esa consideración podemos llegar incluso a matar por la defensa de ese pensamiento.



         Las creencias, del tipo que sean, solo son un pensamiento. Ninguna es verdad, porque la Auténtica Verdad solo es Una, y posiblemente ninguno de los que nos movemos por la vida física estamos en posesión de esa Verdad. Puede ser que alguno posea entre su colección de creencias una minúscula parte de la Verdad, pero al mezclarse con el resto de sus creencias puede distorsionarse hasta esa minúscula parte.

     Desgraciadamente, para defender las diferentes creencias se dictan leyes, se aprueban constituciones, se abren infiernos y se cierran conciencias, cuando todo lo que habría que hacer sería abrir el corazón y colocarse en el lugar del otro.

    Los que hoy promueven una guerra, es posible que en su próxima vida tengan que defender una paz. Los que hoy maltratan movidos por los celos, es posible que en su próxima vida sean maltratados. Los que hoy venden desunión, es posible que en su próxima vida tengan que pagar un alto precio por volver a unir. Es necesario recordar que existe una ley denominada “La Ley de la Causa y el Efecto”, que no entiende de creencias, que está regida solo y exclusivamente por la Verdad, y que la frase “Con la vara que mides te medirán”, la define perfectamente.

         Solo hay un Dios: Único para todos. Solo hay una Verdad: Todos somos hermanos. Solo hay un país: La Tierra. Solo hay una religión: El Amor. Con esta pequeñísima porción de Verdad se acabarían las guerras, el sufrimiento, la desigualdad y el dolor. Con esta pequeñísima porción de Verdad no ocuparíamos espacio en nuestra mente para archivar creencias inútiles y maquinar movidos por ellas, y así podríamos usar el espacio vacío para desarrollar esta parte de Verdad a ver si así conseguíamos ampliarla entre todos.


sábado, 5 de septiembre de 2015

Tolerancia


Perlas para el alma

 

Tolerancia es respetar al otro, aunque también podríamos decir que es aceptar,  es comprender o soportar dignamente, sin enojo, a otros que tienen unas creencias, unas normas, unas actitudes, unas maneras de entender la vida o unos valores distintos a los tuyos.
Por lo tanto, toleramos a quien consideramos distinto, por cualquier causa: distinta creencia religiosa, distinta forma de vivir, distinta raza, distinta tendencia sexual, distinta cultura, etc.
Así que parece claro: “Ante aquello que nos parece distinto, hay que aplicar la tolerancia”.
Pero te propongo una actividad diferente: ¿Y si en vez de trabajar para soportar, para aceptar, para respetar, para conocer, en suma para tolerar; trabajas para que no haya distinción, trabajas para que exista la igualdad? Si empiezas a ver al distinto como un igual, ya no tienes que tolerar al otro más que a ti, sois iguales.